El Real Madrid disipó cualquier duda sobre su desempeño reciente con una actuación categórica en el Estadio Santiago Bernabéu. El conjunto merengue se impuso con un contundente 5-1 al Celtic de Glasgow, resultado que le permitió amarrar el primer lugar del Grupo F en la Champions League. Tras un breve bache en su funcionamiento —que incluyó un empate ante el Shakhtar y una derrota frente al RB Leipzig, además de ceder puntos en La Liga contra el Girona—, la escuadra blanca retomó el rumbo con autoridad.

La goleada comenzó temprano con Luka Modric abriendo el marcador al minuto 6 desde los once pasos, seguido por Rodrygo, quien amplió la ventaja al 21′ por la misma vía. Ya en el complemento, Marco Asensio, Vinícius Júnior y Federico Valverde redondearon la fiesta con anotaciones al 51′, 61′ y 71′ respectivamente. Aunque Jota marcó el gol de la honra para los visitantes al 84′, la noche fue totalmente blanca. En el otro frente del grupo, el RB Leipzig aseguró su boleto a Octavos de Final como segundo lugar tras vencer a domicilio 0-4 al Shakhtar Donetsk en Varsovia, enviando a los ucranianos a la Europa League.

Un año de transición y carácter puro

Esta exhibición de poderío nos invita a mirar en retrospectiva lo que ha sido el 2025 para la institución, un año que quedará marcado en los libros de historia del club. Más allá de los títulos, el 2025 se definió por el cambio de estafeta en el banquillo, con la salida de Carlo Ancelotti y la llegada de Xabi Alonso, un movimiento que trajo consigo una renovación táctica y anímica. A pesar de que la suerte no siempre estuvo de su lado, el equipo protagonizó encuentros vibrantes que reafirmaron su mentalidad de élite.

Drama y épica en la Copa del Rey

El torneo copero fue escenario de dos de los partidos más cardíacos del año. En enero, lo que parecía un trámite ante el Celta de Vigo en el Bernabéu se convirtió en una prueba de fuego. El Madrid ganaba cómodamente 2-0 hasta el minuto 83, cuando el Celta reaccionó con dos goles relámpago que forzaron la prórroga. Fue ahí donde surgió la figura de Endrick, quien con un doblete, sumado a un tanto de Valverde, evitó la catástrofe y selló el pase.

Meses después, el primero de abril, se vivió una auténtica locura en las semifinales contra la Real Sociedad. Fue un duelo de toma y daca, donde la brillantez ofensiva se mezcló con desatenciones defensivas. Tras un empate global de 4-4 que incluyó cinco goles en los últimos veinte minutos del tiempo regular, Antonio Rüdiger se vistió de héroe en el minuto 115, desatando la euforia en la grada y firmando el pase a la final en un partido que fue puro teatro futbolístico.

Noches mágicas en Europa y golpes de autoridad en La Liga

En el plano internacional, la visita al Manchester City en febrero reafirmó que la Champions es el hábitat natural de los merengues. En un duelo sumamente complicado donde los locales dominaron la posesión, el Madrid fue letal al contragolpe. Con el marcador 1-1, Erling Haaland parecía sentenciar la ida al minuto 80, pero el ADN madridista apareció de nuevo: Brahim Díaz y Jude Bellingham le dieron la vuelta al marcador en cuestión de seis minutos, silenciando el estadio rival.

En el ámbito doméstico, el triunfo sobre el Barcelona el 26 de octubre fue crucial no solo por los tres puntos, sino por el mensaje enviado. Bajo la dirección de Alonso, el equipo mostró un plan claro y ordenado para vencer 2-1, recuperando terreno en la lucha por el título. Finalmente, el cierre de año trajo una victoria impecable de 0-3 en San Mamés ante el Athletic Club el 3 de diciembre. En una cancha históricamente difícil, el Madrid controló los tiempos y mantuvo el arco en cero, demostrando que, bajo el nuevo mando técnico, el equipo está listo para seguir dominando.